miércoles, 23 de noviembre de 2011

CAZAR ES ASESINAR DEFIENDE A LAS VICTIMAS

CIFRAS QUE OCULTAN HISTORIAS DE SANGRE


Cada año en España los cazadores acaban con la vida de alrededor de 60.000 ciervos, 120.000 jabalís y otros 30.000 animales más de las especies gamo, muflón, corzo, rebeco, arruí, cabra montés y lobo. También acaban con la vida de un millón de liebres, cuatro millones de conejos y 140.000 zorros .

Las aves tampoco se libran de los disparos de los cazadores. Cada año acaban con la vida de tres millones de perdices, un millón de codornices y cinco millones más de otras aves entre las que se encuentran faisanes, palomas, ánades y patos .Sin embargo estas cifras resultan muy conservadoras. Otras fuentes estiman en 30 millones los animales asesinados anualmente en cotos de caza públicos y privados . Incluso estas otras cifras difícilmente se ajustan a la realidad, ya que si “calculamos la relación entre el número de cazadores -en torno al millón- y las piezas abatidas, nos encontraríamos de nuevo con la consumada desigualdad. Porque apenas tocarían a una pieza por jornada hábil y cazador, cuando de todos es sabido que algunos cazan hasta varios centenares de animales al año”.

Se estima que los cazadores realizan anualmente 250 millones de disparos en las jornadas en las que resulta “ legal” cazar. Los territorios en los que está permitido cazar ascienden al 85% de todo el territorio del país . Sólo en Andalucía el número de cotos de caza asciende a
9000.

CAZA INDISCRIMINADA DE ANIMALES EN VIA DE EXTINCION



viernes, 18 de noviembre de 2011

El origen de la caza es casi tan antiguo como la existencia del hombre. Se considera que los primeros grupos humanos utilizaron un sistema de caza, pesca y recolección el cual fue muy eficiente para garantizar el poblamiento del planeta. Se estima que más del 80% de los grupos humanos en la actualidad son herederos de este modo de producción basado en el desarrollo de incipientes tecnologías y técnicas primitivas de recolección, cacería y pesca.
El hombre comenzó a cazar para subsistir, y así sigue siendo actualmente en muchas partes del mundo. La caza de subsistencia es aquella actividad que se realiza con la finalidad de obtener proteína animal o subproductos de caza para satisfacer las necesidades de grupos humanos ligados a zonas rurales donde la disponibilidad de especies cinegéticas es alta.